El Programa Cultural en Barrios es una creación cultural virtuosa, que cumple 40 años juntando a los vecinos a través de talleres y cursos, pero que no tiene nada que festejar.

Si bien la Ciudad de Buenos Aires, como resultado de las últimas elecciones mantuvo el mismo color político luego de la elecciones de 2023, el electo Jefe de Gobierno Jorge Macri, haciendo honor al clima de época, pareciera teñir el estilo de su gestión con tintes conservadores y a diferencia de Horacio Rodríguez Larreta, que aun con presupuestos acotados conservó el Programa Cultural en Barrios con cierto volumen. Así ahora, se va desdibujando esta creación virtuosa de política cultural, que paradójicamente diseñó en 1984 Facundo Suárez Lastra (hoy del lado de los podadores) cuando era Intendente de Alfonsín allá por la primavera democrática.

Centro Cultura Baldomero Fernández Moreno

Tristeza además en este año que el Programa cumple 40 años ofreciendo talleres y cursos gratuitos de los más diversos en todos los barrios, que debería ser con festejos por doquier. Miopía social y política el hacer recortes donde el gasto es mínimo, como si la felicidad del pueblo no fuese un valor, una riqueza. Hasta si lo querés ver con visión mercantilista, la alegría y contención que genera en los vecinos la participación en estos centros integradores de cercanía, genera importantes ahorros al sistema público de salud.

La estrategia del Ministerio de Cultura, ahora conducido por Gabriela Ricardes– una funcionaria muy cercana a Hernán Lombardi ya con experiencia en recortes en su historial- parecería ser, para evitar la confrontación directa, ir esmerilando la oferta cultural quitando horas cátedras a los docentes, no actualizando los sueldos a la par de la inflación y dando de baja a docentes jubilados que lo hicieron en ámbito privado o sea podrían seguir trabajando y en muchos casos no permitiendo reemplazarlos, como hicieron con cuatro del “Baldomero Fernández Moreno” de Floresta (Comuna 10). En todo el programa los desplazados fueron alrededor de cincuenta, en nuestro barrio el caso más resonante, fue de una profesora que trabaja en el querido Centro Cultural de Mercedes y Alejando M. Cervantes, que lleva más de 20 años enseñando y fue desplazada sin preaviso dejando a los talleristas colgados.

En este contexto le pedimos a Gabriela Alonso, coordinadora del Centro Cultural “La Casita de la Selva” del Barrio Vélez Sársfield (Pasaje la Selva 4022 – Comuna 10), que participa del PCB desde 1996, que nos cuente detalles de la situación y esta fue su respuesta:

Este año inició con cambios de autoridades en todo el Ministerio de Cultura. Dentro de Programa Cultural en barrios se nombró una nueva gerente operativa, y empezó a circular que habría un recorte del 16% implementado desde hacienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La gerente se entrevistó con algunos coordinadores de centros culturales, no es nuestro caso, y fue dando de baja talleres y llevando a cabo recortes en los salario. En muchos casos de más del 16%, es decir que en 4 hs cátedra quitar una hora es un 25%. En nuestro caso se nos avisó por teléfono, sin comunicación oficial, los recortes que sufriría el plantel del centro cultural, cada docente una hora. Lo que afecta en la posibilidad de armar la grilla con los talleres tal como los teníamos en nuestra oferta a la comunidad. Además, la contratación se hizo por tres meses (enero-marzo).

Luego de manifestaciones frente a la Casa de la Cultura, junto con ATE Capital, y gestiones en Hacienda y en la Dirección a las que se sumó Sutecba, se logró que devuelvan una hora a los docentes que menos horas tienen y en un solo centro cultural. También se logró que los contratos sean hasta diciembre.

Finalizada la inscripción y con el comienzo de clases, en algunos talleres docentes renunciaron, en algunos casos por el atropello del recorte, pero cuando les coordinadores propusimos un docente de reemplazo la gerencia no habilitó los cambios, se arrogan la potestad de elegir que taller y que docente lo dará. Históricamente, en los treinta años que hace que está La Casita, nunca se desestimó una propuesta hecha por un/una coordinador/a, que conoce el territorio, la gente que concurre al centro cultural, el perfil del centro cultural. En este momento nos quitan una de nuestras funciones como coordinadores/as.

Algunos talleres -ya iniciadas las clases- siguen sin tener docente asignado, con la incertidumbre que eso conlleva. Las personas que se inscribieron siguen a la espera lo que sucederá con el taller de Canto Comunitario -histórico en el centro cultural- y el de Iniciación Musical Infantil, también histórico.

A esta altura del año, mediados de mayo, vamos recibiendo que hay más recortes:

Protesta de marzo frente al ministerio de Cultura de la Ciudad.
Foto @TiempoArgentino
  • Personas que estando jubiladas, no “desde el estado”, no podrán seguir dando clases
  • Talleres que esperan designación de docente, no serán activados.
  • Coordinadores que están sin tener resuelto su salario para cumplir su función.
  • El recorte era del 16% pero siguen recortando, ya son muchos, cada centro cultural cuenta por lo menos con 3 o 5 talleres, incluso más, que dejaron de existir.

Esto ya pasó en la gestión de Hernán Lombardi como Ministro de Cultura, pero está vez viene peor ya que no tenemos posibilidad de diálogo, la única vía es por mail, y sin posibilidad de confrontar en cada caso particular.

El Programa Cultural en Barrios este año cumple 40 años, inició con la democracia, 1984, como espacios para que la gente se vuelva reunir y vuelva a generar ciudadanía, a través del arte y la cultural, luego de los terribles y oscuros años de la última dictadura cívico militar. Sobrevivió todos estos años con situaciones difíciles, con carencias, con acompañamiento de la comunidad, con mucho esfuerzo y dedicación aportado por el equipo de coordinación y les docentes y sobre todo con mucho amor en la tarea. Lamentablemente transitamos este 2024  en el que no vemos muchas posibilidades de festejos, ni coordinadores ni docentes estamos viviendo ninguna posibilidad de celebración, al contrario vamos viendo que se va cercenando el derecho de les ciudadanes al acceso a la cultura en sus barrios, de manera gratuita, de calidad y encontrándose con sus vecinos entablando vínculos y pertenencia a través del arte”.

Situación en el Centro Cultural “Chacra de los Remedios”

El caso de este Centro Cultural -que tiene sede administrativa en La Casona de los Olivera dentro del Parque Avellaneda (Comuna 9)- tiene como distinción que, si bien se dio de baja intempestiva y sin previo aviso a docentes que están jubilados, se les permitió ser reemplazados sin pérdida de talleres. Sí, el cuerpo docente recibió recortes de horas y salarios como las otras sedes.

© Revista Floresta y su Mundo – Mayo 2024. Permitida la reproducción de texto e imágenes mencionando la fuente.