Osvaldo el “Turco” Jalil es un hombre del pueblo, de esos seres inéditos del barrio de Villa Luro, y desde allí, en su casa taller sigue prosperando un pedazo de Buenos Aires…
Su vida artística lo signa y le marca el rumbo. Con su primer herramienta, el gran dibujante plasma la realidad cotidiana, el más íntimo gesto, la forma de sus personajes que al toque se reconocen y los hace arquetípicos.


Está él mismo allí en cada uno de ellos, para nutrirlos de vida, de pasión y de compromiso.
Toma posición por la realidad con el filtro de su mirada aguda, expresiva, que con maestría denuncia, como una sentencia del que cala profundo en su decir.
Por eso ha puesto negro sobre blanco -en este caso de modo literal- con el arte del grabado, ese arte que recibe como legado de otros grandes maestros del arte argentino.
Osvaldo Jalil se siente argentino esencialmente por estar ligado a la historia, atravesado por ella y siendo parte de la construcción en la transformación cultural.
No es casual que el grabado lo haya seducido desde temprana edad, entre otras cualidades, por su maravillosa capacidad de imprimir copias y hacer con ese arte una gráfica accesible. Los datos concretos son testimonio de lo que afirmo:

Nació en Buenos Aires el 15 de marzo de 1950. Cursó estudios con Demetrio Urruchúa, con Juan López Taetzel y grabado con Carlos Demestre. Se especializó en litografía en el renombrado Taller de Gráfica de La Habana (Cuba). Ha participado en numerosas exposiciones en el país y en el exterior y ha sido seleccionado para exponer en 65 salones internacionales. Ha recibido el Primer Premio de Gráfica Experimental en el Salón Nacional de 1995 y el 2º Premio en Grabado y Dibujo en el mismo Salón de 1998. En el Salón Municipal “Manuel Belgrano” de 1994 obtuvo el 2º Premio. Desde 1982 ejerce la docencia en su taller de Buenos Aires.
Y este brevísimo currículum no termina de retratarlo en sus variadas facetas de hombre artista, reflexivo sensible amigo, militante cotidiano de las tantas luchas por la reivindicación de los derechos populares. Y es entonces que el turco, aún con sus quilates de gran maestro y experto grabador se nos hace accesible, como debe ser un artista, un hombre sensible a la realidad que le toca vivir. Así da respuesta y nos canta o nos grita las verdades que muchos no quieren ver.

Lo conocí por allá por los noventa cuando la vida nos cruza en la militancia por la Sociedad de Artistas plásticos, la SAAP . El turco ya era un artista afianzado en su oficio con una formación artística con maestros sólidos, que transmitieron el valor de sacar “de adentro” el arte y no buscar recompensas ni especular frente al poder hegemónico.

Nuestro maestro en común, Juan López Taetzel nos impulsó a reflexionar la realidad desde nuestro oficio. El turco tuvo la suerte de estudiar en MEEBA (Asociación de Estudiantes y Egresados de Bellas Artes – Av. Carlos Calvo 1120) que era un lugar muy particular en los setenta, un núcleo muy politizado, de militancia y resistencia en esos años oscuros de la dictadura, pero desde esa resistencia cimentó una sólida profesión.


Ya en 1990 Osvaldo Jalil, propiciaba espacios de creación colectiva y comunitaria y fue el primer director de Xylon Argentina, una Sociedad de Grabadores, sin fines de lucro, cuyo objetivo principal es la valoración, difusión y fomento del grabado en nuestro país. El nombre de la sociedad remite a la xilografía, que es el grabado en madera pero difunde el arte del grabado en todas sus técnicas.


Recordemos que la xilografía es un medio de expresión artística de gran tradición alemana. La revolución artística cimentada por muchos jóvenes pintores en la Alemania imperial desde el cambio de siglo era mucho más que un mero acontecimiento artístico. El siglo XX dio artistas, especialmente expresionistas, que reaccionaron contra el espíritu sectario conservador de las academias de arte y la administración tradicionalmente estancada del funcionamiento estatal cultural y artístico, formando núcleos artísticos internacionales organizados. En nuestro país hubo otras experiencias de asociacionismo en torno al grabado y son parte de la identidad de Xylon. Entre ellas: la “Sociedad de Grabadores” de 1916 a 1918, «El Club de la Estampa» de 1965 a 1985, el Museo de la Xilografía de La Plata (iniciativa de Edgardo Vigo). Reunirse y formar colectivos está en el espíritu del grabador.
Xylon está impregnado del mismo espíritu. Cada dos o tres años ha organizado un Certamen Nacional de Miniprint y Ex Libris, con importantes premios y gran participación federal. También edita y distribuye el boletín Nolyx Anitnegra. Además administra la página de Xylon Argentina (xylonargentina.weebly.com) y sus perfiles en facebook e instagram.

Su vida esta tallada por el buril de la historia. Cuando realizó la Serie América, un hondo asco y revulsión lo motivó: fue una matanza que hubo en Chiapas en diciembre de 1997, un crimen detestable, una matanza de gente inocente. Lo impresionó ese hecho y además se mezcló con la guerra que hubo en la República Checa en 1996-99, allá en Kosovo. Sus palabras son tan contundentes como lamentablemente vigentes:
Yo pensaba: “¿Qué es lo que nos pasa?, ¿cómo se puede matar gente inocente?” Me conmueve la violencia injustificada, como pasó acá, estabas en la agenda de alguien y te venían a buscar. No podías salir a la calle, no podías tener el pelo largo ni botas con taco, algo inadmisible. Es Macri más las armas. Es la UCEP que crearon. ¿Te creés que si tuvieran el poder no harían lo mismo? Yo recuerdo quiénes fueron los que apoyaron a los milicos. ¿Cómo se puede seguir votando a esta derecha?

Su vida esta tallada por el buril de la historia. Cuando realizó la Serie América, un hondo asco y revulsión lo motivó: fue una matanza que hubo en Chiapas en diciembre de 1997, un crimen detestable, una matanza de gente inocente. Lo impresionó ese hecho y además se mezcló con la guerra que hubo en la República Checa en 1996-99, allá en Kosovo. Sus palabras son tan contundentes como lamentablemente vigentes:
Yo pensaba: “¿Qué es lo que nos pasa?, ¿cómo se puede matar gente inocente?” Me conmueve la violencia injustificada, como pasó acá, estabas en la agenda de alguien y te venían a buscar. No podías salir a la calle, no podías tener el pelo largo ni botas con taco, algo inadmisible. Es Macri más las armas. Es la UCEP que crearon. ¿Te creés que si tuvieran el poder no harían lo mismo? Yo recuerdo quiénes fueron los que apoyaron a los milicos. ¿Cómo se puede seguir votando a esta derecha?
Y estoy segura que pronto sacará a la luz otra versión, ya que en Jujuy se replica tamaña aberración, en estos días eternos que llevamos de marchas, represiones y reformas inconstitucionales al mejor estilo dictatorial.
Como es un apasionado de los fierros, el turco tiene en su casa, grandes y valiosas prensas de grabado, verdaderas piezas de museo. Gracias al amor por su oficio, su taller es en sí mismo un patrimonio cultural. Hasta fabrica sus herramientas con varillas de paraguas.

“Este trabajo se llama: “Vestido pa’ la muestra – serie la rata” (2015, inédito). La serie tiene que ver con personajes que nos rodean y con los cuales convivimos y soportamos diariamente, pero sabemos que son ratas, por su modo de actuar y de vivir.”
Rescato las apreciaciones del mismo Osvaldo para acercarnos aún mas a su persona, en una entrevista él dice:
Siempre el grabado estuvo relacionado social y políticamente con el pueblo. Trato de ser parte de esa historia que nos toca para preservar la memoria de mi oficio.

…mi niñez y parte de mi juventud la pasé en Versailles el barrio vecino, me crié ahí, Villa Luro es para mí, parte de mi crecimiento, dado que cuando eramos chicos siempre veníamos por acá, teníamos amigos, de joven veníamos a la cervecería de Juan B. Justo y Cesar.
Sería muy interesante tener un Museo Barrial, donde se pudiese contar la historia y mantener presente nuestra memoria como barrio. Es mi sueño que el barrio tenga un polo cultural donde compartir nuestra historia y nuestros artistas.
Tomo tu deseo Turco, motoricémoslo desde Floresta y su mundo, ya que también es nuestro y hagámoslo realidad antes de que se pierda la cultura barrial, la cultura argentina.

(*) MARÍA CLAUDIA MARTÍNEZ, es artísta plástica y docente. Autora de la escultura homenaje a Los Pibes de Floresta en la Plaza del Corralón de Gaona y Gualeguaychú. Tiene su taller en Felipe Vallese 3860 – Floresta.
Más info en www.algosobrearte.com.ar/mariacmartinez