Vivir frente a las vías tiene un costado romántico y agradable por la arboleda, el paso de los trenes y otro bastante peligroso.

Desde hace tiempo, los vecinos que viven en la calle Yerbal al 4500, conviven con situaciones van desde “desagradables” las más livianas hasta de violencia.

Vaya paradoja sus padecimientos se agravaron cuando se comenzó a parquizar y poner en valor los terrenos a la vera de la reja que separa la zona de las vías. Primero fue la senda verde y luego las mesitas con bancos entre Olivieri y Olmos. Ese mobiliario urbano fue atractivo para personas en situación de marginalidad que lo eligió como lugar para asentarse, situación que fue en lamentable crecimiento los últimos años.

Solía tener cierta frecuencia una ronda de patrulleros que daba cierta tranquilidad, pero desde que está cortado por las obras hidráulicas de los aliviadores de los arroyos Cildañez y Maldonado, dejaron de pasar.

Cuando llega la nochecita  se retira el personal de la Policía de la Ciudad, que cuida los talleres de la concesionaria de autos que está casi llegando a Olivieri y ahí la gente queda librada a los humores de gente que maneja otros códigos de convivencia y no es para discriminar pero los vecinos tienen derecho a vivir tranquilos.

Desde que atardece, a partir de las 18 hs. se incrementan los incidentes y conflictos, que van desde peleas, gritos, uso del espacio público como sanitario, consumo de alcohol y drogas. También hubo robos y acoso a mujeres que han llegado a ser intensos. De colmo, hace unos meses un vecino al regresar de trabajar encontró su casa desvalijada, le forzaron la reja de una ventana y le robaron absolutamente todo.

Este es un tema ríspido para tratar, porque imaginamos que nadie elige vivir en la calle y a partir de esta situación las consecuencias se suceden de modo encadenado.

La única solución de corto plazo que se nos ocurre -más allá de ahondar en estudios políticos y sociológicos que como están las cosas hoy no le van a servir a nadie- es que el Ministerio de Seguridad busque el modo de presencia que restaure la convivencia que cualquier vecino de la Ciudad de Buenos Aires se merece.

Nos cuenta un vecino que “Los patrulleros circulan de este a oeste, por  Yerbal, desde Estación Floresta solo hasta Olmos, es decir hasta el 4400, por Olmos en contramano cruzan Av. Rivadavia para tomar su continuación que es Santiago de las Carreras para proseguir camino, cuando podrían doblar en Olivieri también en contramano (pero contemplado x lo de la obra hidráulica), ese es el motivo por el que hace mucho tiempo la cuadra del 4500 siempre esta desprotegida y sin vigilancia”.