En el derrumbe de la Ex panadería de Av. Rivadavia 8758 falleció una nena de doce años, alumna de una escuela de a la vuelta, sobre la calle Falcón. Una joven abrazó fuerte a su bebé y milagrosamente salvaron su vida pero su pareja, un muchacho de 19, no. Felicita de 72 quedó bajo los escombros. Una casa tomada hace décadas, un juez que en su momento impidió el desalojo. ¿Construcciones precarias e ilegales en un hotel clandestino? Nadie lo confirma. ¿Cuantas construcciones precarias como la que se vino abajo, creen ustedes que hay en patios y terrazas de los alrededores a la zona textil de avenida Avellaneda? Se ve desde los balcones de los edificios, la vida pende de un hilo…

Siempre, en medio de la tristeza y oscuridad emerge la solidaridad, como brotes de temporada decenas de agrupaciones, clubes, cooperadoras, juntadas de vecinos buscaron donde canalizar la ayuda, las redes del barrio están inundadas de propuestas y fotos de bolsas, porque la gente en su mayoría tiene buen corazón pero es bombardeada a través de esos aparatitos infames por donde insuflan odio y nos hacen creer que el problema de la sociedad es el pobre que la está peleando para morfar y no dormir con su familia en la calle, mientras los chorros de guante blanco, que piden créditos por cifras siderales y a nuestro nombre, se los choripanean, nos dejan el muerto y andan dando lecciones de moral, diciéndote que te cuides y que si no los elegís, el Jabberwocky (*) nos va a destruir…

Esto es una catarsis sobre el abandono y la hipocresía.

Un par de meses atrás, me habló al celular una funcionaria de la Comuna 10 desde el teléfono de un anunciante, porque él le dijo que seguramente yo, tendría información acerca de los obradores que están sobre la Av. Rivadavia entre Lacarra y Goya y de cuál sería su destino, pues estaban por hacer una reunión con comerciantes y ese era su principal reclamo, el por qué no desmontaban ese engendro de chapas y fierros que generaba inseguridad, arruinaba el paisaje urbano y complicaba mucho el tránsito.

Me resultó extraño. Ellos, representan al poder político del barrio y me preguntan a mí, un ignoto periodista / editor barrial. Lo que les respondí no debe haberles gustado porque dijo que volvería a comunicarse y nunca lo hizo. Les aseguro que fui amable, hasta le advertí y que la historia no iba a gustarle, pero así es la realidad.

La funcionaria con la que hablé ese día, el bombero que custodia la casa derrumbada y la mayoría de los vecinos cree que ese chaperío infame es una prolongación inconclusa del subte A… Pues no, se trata de la entrada de los camiones que sacaban tierra de los túneles del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. El chaperío horrible que nos quedó en Venancio Flores por Gualeguaychú son los obradores abandonados de esa misma obra.

Les cuento la historia sin aburrirlos con números, el que quiera detalles está todo en Google. La megaobra comenzó en los últimos años del gobierno de CFK, la licitación la ganaron la constructora brasileña Odebrecht, la italiana Ghella e IECSA, empresa que era del primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra. El escándalo de Lava Jato en Brasil la dejo sin financimiento y entra en stand by hasta que Mauricio Macri ya presidente decide financiar con el tesoro nacional directamente, cosa que es muy irregular y la obra comienza y es ahí cuando el paisaje urbano del Barrio Vélez Sársfield es destrozado con estos espantosos obradores. En 2018 los capitales golondrinas que llegar atraídos por la “lluvia de inversiones (financieras) ven peligrar sus fondos en Argentina y se van en estampida, llega el salvataje del FMI con ajuste del gasto público, el soterramiento queda congelado y nos dejan esos mamotretos oxidándose sin ninguna función excepto el de la esquina de Gualeguaychú que tiene una estrafalaria bomba extractora para que no se inunden los túneles y con eso todos los sótanos de la zona. Porque me olvidé de contar que los estudios de impacto ambiental estaban bien flojos de papeles y cuando empezaron a cavar salía agua para todos lados. Si no me creen charlen con los vecinos de la cuadra o preguntenlé a Ramón, el dueño del resto de Venancio y Segurola, el bolonqui que tuvo que hacer para que le reconozcan daño y pérdidas de mobiliario y mercadería por la inundación de su sótano.

El año pasado hice pedidos de informes a la empresa Ferrocarriles y la Secretaría de transportes para ver si pensaban retomar el soterramiento y me contestaron generalidades, que se estaba estudiando el tema… sarasa, no saben y por ahora no hay un mango.

Ahora bien me pregunto con real inocencia: ¿La Comuna 10, que es la sede política descentralizada del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuyo jefe es Horacio Rodríguez Larreta, no tiene la suficiente autoridad para negociar con el organismo del gobierno nacional que tiene a su cargo estos obradores para que mientras no sepan que corno hacer con estos chaperíos los reduzcan a su mínima expresión? Porque se supone que lo que importa son los vecinos, es lo que nos venden, pero no les importamos “a nadie”.

No quiero mezclar todo, pero alguien puede resultar tan ingenuo de pensar que el derrumbe de la ex Panadería de Rivadavia casi Lacarra no es emergente de la misma desidia, o los incendios de talleres clandestinos con familias carbonizadas o la prostitución y tráfico de drogas que crece y crece en el barrio no es por la misma corrupción, miopía y destrato de un gobierno local que solo prioriza la especulación inmobiliaria y tapa los reclamos vecinales con pauta publicitaria y comprando partidos y bancas (hasta los socialistas votan en la Legislatura que los privados se apropien de valiosos espacios públicos).

Dónde estaba esa funcionaria que me llamó en medio de la pandemia y que ahora hace reuniones electoralistas en los bares preguntando, ¿qué necesitan los comerciantes? cuando todos se estaban fundiendo -salvo dos o tres rubros que podían trabajar- y el GCBA no les tiró “un hueso”….

Pero el símbolo es el derrumbe y también ese espantoso chaperío… Gente mayor cruza con sus changos de las compras la Av. Rivadavia por delante y detrás del mamotreto, cogoteando a ver si vienen vehículos, cruzando entre camionetas y colectivos… re peligroso. Todo el tráfico se embuda a dos carriles sin banquina, caminá por ahí de noche si te animás…

-¿Pero qué hay en ese lugar? Pregunta la funcionaria…

-Es una bajada para los camiones, hace años que no se usa…

Adentro, parece una locación de Walking Dead… Bueno, saquen todo y pongan una buena reja para que nadie pase por la entrada del túnel. Si les encantan las rejas, recuperás un carril por lado y la visual a la mano contraria, es lo que piden los comerciantes. En Venancio Flores en el obrador que está más cerca de Belén ¿saben que hay?: Nada de nada. Una casilla vacía y parte del parque encerrado. ¡Desarmen todo que vienen las elecciones y quedan joya! ¿Y en el otro obrador más grande, por Gualeguaychú? Enrejan la bomba y liberan la senda verde. Y listo… O acaso los vecinos de ahí no son ciudadanos, tenían una hermosa vista hacia la vía y el parque paralelo tan bonito, que tanto lo pelearon, ¿se acuerdan?… era un basural y quedó hermoso para nada, porque ahora desde las ventanas y las terrazas ven óxido suciedad, abandono… Y volvé de noche a tu casa, cruzá las vías por Gualeguaychú a la medianoche… yo ni loco…

Y sale esta catarsis, porque me estalla el pecho de angustia de pensar en esas tres personas que quedaron bajo los escombros del derrumbe y hablo de todo un poco porque me resisto a hablar de eso, es tan grande el agujero negro de la desidia política, el abandono judicial, la picardía de los vivos que se aprovechan la necesidad de la gente pobre, todo en la ciudad más rica del país, con más recursos que ninguna otra pero que tiene toda su proyecto puesto en que las grandes empresas constructoras, hagan torres con aménites para que gente rica los alquile por Airbnb -en dólares- y que cada vez tiene más familias viviendo en la calle o alquilando, hacinados donde pueden, porque los alquileres están por las nubes y los sueldos por el piso.

¿Y cuál es nuestro proyecto de ciudad?

¿Por qué avalamos que gasten más de mil millones de pesos en un metrobús en avenidas de mano única sin problemas de tránsito -como Directorio o Juan B. Alberdi- cuando hay edificios escolares que se caen a pedazos, mal construidos como el Yrurtia, escuelas con conducciones que no denuncian problemas de infraestructura por temor a una Ministra de educación que no es educadora sino administradora de empresas y que goza de maltratar docentes.

¡Jorge, estás mezclando todo! No. Lo que manda la plata y pasan estas cosas.

Charlo con los bomberos, ellos saben… es vox populi que el incendio de Iron Mountain de hace 10 años fue intencional, se dice por ahí que un Bombero del Conurbano habría iniciado el fuego que le costó la vida a ocho bomberos y dos miembros de Defensa Civil. Ahora, un nuevo incendio donde guardan papeles las empresas para que se los cuiden… Dale! Desaparecen documentos que demuestran enjuagues y no pasa nada. Así de burda es la ciudad de la furia.

¿Y que votamos en CABA? La grieta. Nos inventaron un Jabberwocky terrible y como le tenemos miedo dejamos que nos llenen de edificios al lado de casitas, que exploten los servicios por falta de infraestructura, que nos obliguen a mudarnos como nos pasa a todos los que vivimos cerca de la zona textil donde el pandemonio se apodero de un barrio hermoso de casitas con jardines y patios con Santa Ritas que desbordaban las hojas moradas hacia la vereda y ahora es un infierno de día y un páramo de noche. ¿Y la justicia? ¿Y la política? Funcionarios diseñan espejos de colores, bellos espacios urbanos, carísimos en solo 25 metros cuadrados mientras le venden por dos pesos los mejores terrenos públicos, los mas caros, los que bordean el río a las mega empresas constructoras para que hagan super torres y estacionamientos para lanchas en vez de un parque con playa para que todos los vecinos de la ciudad lo disfruten. Y los siguen votando, porque sinó nos come el Jabberwocky…

-¡Pero dónde están los comuneros!… se indigna una vecina, que se opone al Metrobús Alberdi y Directorio. Bueno señora, le dice otro, los comuneros de la oposición acompañan los reclamos junto a vecinos y comerciantes, pero el que usted votó hace la plancha, porque es del partido que quiere hacerlo y si se pone del lado de los vecinos, si los representa, en la próxima se queda afuera de las listas. Preguntale al Tano Dippolito sinó.

-¿Qué puedo hacer? Me dice por teléfono re angustiada una vecina que conozco hace muuucho tiempo. Ella vive en el primer piso de un edificio de PHs en la Calle Bogotá a metros de Bahía Blanca: los vecinos de la planta baja sacaron el portón un hierro artístico que era hermoso y lo reemplazaron por una cortina de chapa, de un garaje hicieron un local comercial, en pleno Área de Protección Histórica (APH) Floresta, debajo de su ventana entendés, en su propia casa. Por unos días será clausurado pero a la primera distracción estará abierto lleno de mercadería. La vecina cree en el Jabberwocky, lo sé, me lo dijo hace tiempo y en vez de ir a La Comuna a quejarse me llama a mí, que lo más intenso que puedo hacer es contárselo a ustedes, como una catarsis…

Mientras escribo esto, hay treinta y cinco familias que por el derrumbe quedaron en la calle, sin nada. Y también muchos tratando de ayudarlos, si querés colaborar en las redes de Revista Floresta y su Mundo te contamos como.

(*) Si no sabés quien es Jabberwocky, tenes que leer o ver Alicia en el país de la maravillas.

© Esta nota fue publicada originalmente en la Revista Floresta y su Mundo – Edición 386 (Mayo 2023)