Existen en nuestros barrios, redes de contención para quienes por alguna razón quedan afuera del sistema. Profesionales que, en el marco de grupos comunitarios y con la vocación por ayudar a otros en situación de carencia y con el respaldo de organizaciones sociales, complementan o bien llenan vació que deja el estado en términos de asistencia.
En Floresta, en Mariano Acosta 140 -en el edificio donde hasta 2013 funcionaba el Secundario Larroque- hoy día tiene su sede Casa Pueblo Floresta. El disparador de esta entrevista fue la noticia del proyecto de una radio que transmita por Streaming, pero aquí hay mucho más: Ellos acompañan a más de 30 personas al mes con problemas de consumos problemático y demás realizan talleres y ayudan a muchos otros. Para conocer detalles, fuimos a conversar con Carla Daniela Farinato Klus, Coordinadora de Casa Pueblo Floresta y Laurentz Federico Stefanini Andriessen, responsable de Florestación – Radio y Comunicación Popular, quienes nos recibieron con mucha calidez y agradecimiento.

FysuM: Para quienes no los conocen, cuenten un poco de uds y el lugar
Mi nombre es Carla, yo soy coordinadora de Casa Pueblo Floresta. Estamos funcionando como CAAC desde el 2022, pero nuestro trabajo territorial tiene muchos más años y nace desde la educación popular. Acá, en este edificio, durante el día, funciona Casa Pueblo, y a la noche un Bachillerato de Educación Popular que se llama “Sergio Karakachof” que es el semillero, el centro de la actividad.
¿Y qué otras actividades hay?
Carla: Bueno, de lo que es el bachillerato, surgió “viernes de proyectos”, donde nos juntábamos como estudiantes a pensar el territorio y demás. De ahí nace una olla popular que funciona desde el 2019 y así comienza a encuadrarse nuestro trabajo territorial. Luego en 2022 comenzamos a estar dentro de un programa del SEDRONAR, somos una CAAC – Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario – donde ya contamos con otros recursos para poder tener un equipo interdisciplinario profesional.
¿Eso se mantuvo con el cambio de gestión?
Carla: Está vigente el programa, vigente con el corazón de las personas que lo sostienen pero sin plata. Seguimos contando con un subsidio congelado hace un año, entonces es muy, muy, muy difícil. Ahí es cuando apelamos a nuestro compromiso social.
¿Cuál es el trabajo específico como CAAC?
Carla: Acompañamos a personas en situación de calle y consumos problemáticos. En realidad, cualquier persona que necesite algo va a tocar la puerta y nosotros lo vamos a recibir, vamos a escuchar qué es lo que está pasando y a orientar. Si está atravesando un consumo problemático, llegó al lugar indicado. Acá, de lunes a jueves hacemos proceso, hay actividades, psicólogos, todo muy encuadrado. Y los días viernes es abierto a la comunidad. Tomamos ese día para que aquellas personas que por ahí nunca se han animado a hacer un proceso por consumos o les da vergüenza ir a algún lugar, puedan acercarse por algunas otras necesidades. Por ahí un almuerzo, una ducha, usar el lavadero comunitario… así nos van conociendo, y podemos, a veces, problematizar ciertas cuestiones de la vida que parece que las tenemos controladas y no es así. Así que nuestra pata es el consumo problemático.
¿Y qué otras actividades?
Carla: Casa pueblo Floresta los lunes y miércoles trabaja de doce a dieciocho, con una dinámica donde los chicos entran a las doce del mediodía, pueden desayunar hasta la una, luego comienzan a bañarse y hacemos actividades de la casa, como limpiar el lugar donde habitamos; a las dos tenemos el almuerzo y a las tres las actividades. Lunes: Actividad física, así que nos trasladamos a la Plaza Falcón, acá a la vuelta. Los martes no abrimos y los miércoles es la misma dinámica, desayuno, baño, almuerzo, y a las tres de la tarde tenemos una grupalidad con una psicóloga social. O sea funciona como un “centro de día”. Los jueves tenemos un taller, armamos un programa de radio acá con mi compañero Laurenz, y está la terapia individual.



¿Quiénes están dentro del programa participan también del programa de radio?
Laurentz: Bueno, mi nombre es Laurence, dentro de la Casa Pueblo de Floresta estoy a cargo del proyecto “Florestación”, que es un proyecto de radio y comunicación popular, que se puede pensar en dos niveles, uno que tiene que ver con la construcción de un “Centro de Comunicación Comunitaria”, que es la obra que iniciamos en una de las aulas acá en el primer piso. La idea es tener un estudio, con todos los elementos, la tecnología para poder transmitir en principio, en modalidad de streaming (virtual), porque no contamos con antena.
Después tiene la otra parte que ya arrancó, este proyecto que le presenté a Carla y que era algo que ella ya tenía en mente desde los inicios, de tener “Proyecto de radio”. Iniciamos un taller vivencial de radio, pensado desde la educación popular, y destinado a las personas con todas estas vulnerabilidades sociales que van desde lo específico, que tiene que ver con los consumos problemáticos, otras situaciones que afectan a la salud mental, como puede ser vivir en situación de calle, estar desempleado, no poder atravesar situaciones de abandono, violencia. Bueno, un poco esas son las características de las personas que vienen a Casa Pueblo y que, particularmente, están asistiendo al taller de radio.
¿Qué objetivos concretos persigue el taller de comunicación?
Laurentz: Hay objetivos que ya los tenemos de antemano y hay otros que los estamos indagando. Porque, en principio, estamos teniendo un espacio los jueves a la tarde que es un poco más estructurado, y los viernes, que es el día abierto más a la al general y que hay más personas en situación de calle, que por ahí no tienen la constancia de los que sí vienen el jueves.
Para las personas que por ahí están atravesando una adicción, asumir, hablar ante un micrófono, ya es romper una barrera. Son un poco los que están siendo desoídos y no vistos por el sistema, por el gobierno, por estar en estas situaciones de vulneración de derechos. La apuesta es de que encuentren un lugar donde contar sus historias, donde poder reencontrarse con algún proyecto de vida, y donde de repente por ahí hablando, hablándonos entre nosotros, del otro lado, puede haber alguna devolución en los cuales ellos se puedan llegar a sentir reconocidos de otra manera, que no es la manera del descarte, de fisura, de drogadicto, de todos esos estigmas.
A partir de la experiencia ¿qué observaron que ocurre a partir de soltar la expresión?
Laurentz: Por ejemplo, hoy fue una emisión muy emotiva, porque una de las compañeras trajo una consigna para hablar sobre el amor… Y después otro recordó que el domingo es el día de las madres, y ya, solamente por tener esa fecha, acá, domingo, que por ahí para nosotros es algo bastante habitual, ya los ojos se empezaban a llenar de lágrimas. Y nosotros veíamos que ya había algo emotivo en el entorno y nos surgió la disyuntiva, porque estábamos en vivo y el vivo te pone en un momento que no estás programado, no tenés un guion y te expone a una situación que por ahí va a ligar con emociones, algunos que por ahí se ponen en una situación como más descuidados… tratar de que la persona no se angustie, pero atravesamos esa barrera e hicimos la experiencia de que cada uno, sin estar obligado y sabiendo en el lugar donde están, que es un lugar de confianza, puedan presentar a sus madres en particular. Varios ya no la tenían en vida, recordando alguna escena, recordando alguna situación, mandándole un saludo. Y eso después animó a historias que tienen que ver con los consumos problemáticos, es decir, gente que tiene problemas, dolores muy profundos y eran como versiones que salían, ¿no? Que la huida es a través de la droga. Y, bueno, ahí se empezó a dar toda una charla que resultó muy interesante y que esperamos que llegue a los oídos de otras personas.
¿Cómo están llegando a los oyentes, por un streaming o YouTube?
Laurentz: Por el momento tenemos dos canales: Uno es de Instagram con la cuenta principal de Casa Pueblo Floresta y también la del proyecto Florestación, porque la primera no tiene los mil quinientos seguidores que hay que tener para poder hacer vivos. Luego tendremos el estudio, lo iniciamos con los recursos que disponemos.
¿Qué les hace falta para para avanzar con el estudio de streaming? ¿Herramientas tecnológicas? Por ahí alguien tiene y quiere aportar…
Laurentz: Necesitamos consolas, micrófonos. Tenemos algunas computadoras, hay que ver cómo están.
Carla: Por ahí capaz que necesitamos más el recurso humano, que venga una persona que tenga el conocimiento y revise las computadoras y nos dé una mano. Sumaría un montón.
Laurentz: Después, para acustizar la sala, se necesitan materiales específicos. Necesitaría tener alfombras, mobiliario también. Nos interesa construir no a las apuradas, pero sí poder llegar a tener un estudio de calidad, que pueda ser utilizado por otras personas que les interese o hagan streaming y puedan utilizar esto como un espacio comunitario de comunicación.
¿Qué más ofrece Casa Pueblo Floresta?
Carla: Están las actividades que son más terapéuticas, grupales. En un ratito empieza un taller de escritura. La idea es que ellos puedan relatar sus vidas.
¿El taller de escritura es para la gente que está haciendo su trabajo de recuperación o es abierto?
Carla: Los viernes es abierto, participa quien quiera ese día. Las jornadas de lunes a jueves son más cuidadas, tienen un encuadre, horario y no puede entrar cualquier persona. Separamos para poder cuidar los procesos que están más comprometidos. Mientras tanto, esperamos a aquellos que no, porque no quiere decir que no vayan a estar comprometidos en el futuro, simplemente los esperamos.
Cuando te interrumpí me estabas contando del movimiento de la Casa…
Laurentz: Nosotros pensamos, o lo que compartimos con Carla, el enfoque o el abordaje de estos temas de una manera integral. Una persona que está en consumo problemático o que quedó en situación de calle está atravesada por un montón de factores. Por lo tanto, el abordaje que ofrecemos desde la casa es integral, pensando en educación, salud, si tiene DNI, identidad…
Carla: O la situación habitacional, que es como lo más urgente a veces cuando llegan acá. Nosotros pensamos el consumo como una problemática de salud mental, pero muchas veces llegan con muchos temas de salud clínica. Y son urgentes, tienen que ir a la par o a veces primero la salud clínica y después la otra. Todo eso, para que se pueda llegar a comprender y elaborar el sacar un turno, que la persona vaya y que continúe, es muy muy difícil y es un laburo de día a día y comunitario de los compañeros.
¡Es como un abrazo!
Laurentz: Es como un gran abrazo, de distintos modos. Es decir, buscar la distancia óptima entre el profesional o el operador y la persona. Pensamos en adecuar nuestras intervenciones, nuestro abrazo, a las necesidades de la persona que asiste, desde una mirada humana… Y sí, nos involucramos en las situaciones que pasan y de hecho, nos afectan, es imposible que no te atraviese.
Carla: Yo creo en estos espacios. Hablo desde Casa Pueblo, pero conozco otras Casas Pueblos en capital, en provincia, y si bien somos parte de una política pública, crecen y laburan día a día con la calidad humana de los que forman parte de ese equipo. Como yo te digo, hace un año que nosotros no recibimos un aumento… y nos ves acá con todo el compromiso.
El lema de Casa Pueblo es “nadie se salva solo”, nos salvamos en comunidad. Creo que nos representa al 100%, todos los mensajes del Papa Francisco, coincidieron en ese sentido, siempre.
¿Está en riesgo la estabilidad del programa?
Laurentz: Las Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario, son un proyecto federal financiado por Sedronar, que actualmente depende de la Subsecretaría de Salud. Al terminar su mandato en 2023, la interventora Gabriela Torres había alcanzado cerca de 800 casas en todas las provincias de la Argentina y si bien en estos dos años del gobierno de Milei más o menos se mantuvo, en los últimos meses empezaron con el avance de la motosierra a recortar presupuesto y llevan más de 50 casas cerradas.
Hay gente que queda sin contención.
Carla: Es terrible. El mes pasado cerraron 40 casas. De esas 40, 8 son Casa Pueblos del Movimiento Evita y otras son de otras organizaciones que vienen laburando el territorio. ¿Qué pasa con esas personas? Y bueno, es lo que nosotros nos preguntamos y nos hace ruido todos los días, todo el tiempo.
Laurentz: ¿Sabés lo que pasa, Jorge? Lo que pasa y está ocurriendo es tener muchas más personas viviendo en situación de calle… Acá tenemos gente que viene del aeropuerto de Ezeiza, hay más de 50 personas en situación de calle que están viviendo ahí adentro. Duermen y después, durante el día, la mayoría salen a rebuscarse la vida a otros lados. Actualmente hay dos concurrentes, pero ya hemos tenido en total 5 o 6.
Carla: Cuando habían salido con que las personas en situación de calle se vayan de la capital, viene un concurrente y me pregunta como ¿Quién me va a dar el pasaje? ¿A dónde me van a mandar?…Tenías los vecinos y vecina, con que “tengo la vereda sucia” y la persona con la preocupación de que era a él a quien lo iban a mandar de un lado a otro y no sabía dónde. Claro, es una persona, existe. Tiene su alma, su corazón.
¿Cómo están ustedes en su estabilidad funcional, institucional?
Carla: Está complicada la cosa, porque estamos los compañeros cobrando lo mismo, hace un año que está congelado y no te creas que antes el sueldo estaba bien y que los aumentos eran acorde al momento, así que se nos está haciendo muy cuesta arriba. Tenemos compañeros que saben que nos van a acompañar el proyecto hasta diciembre, si no cambia la situación se tienen que ir. Es un momento muy crítico donde estamos resistiendo día a día, no sabemos qué es lo que va a pasar. Aunque todos le ponen mucho corazón la incertidumbre es grande.




