Triste postal de época

por | Jul 8, 2025

Una secuencia de acontecimientos desgraciados, que grafican lo absurdo de la época que estamos viviendo

Triste postal de época

El jueves 19 de junio por las 19 hs. apurado antes de ir a una actividad, pase por la verdulería de Chivilcoy. Allí percibí ruidos de tránsito demasiados intensos para esa hora, me asomé a la puerta y comenté hacia adentro “no andá el tren”. Al salir veo la formación detenida, me acerco a curiosear, camino por Yerbal hacia Segurola, ya estaba oscura la tarde había una ambulancia con sus luces y los bomberos de la policía ayudaban a bajar a los pasajeros a la altura de la barrera en las vías que van hacia Once. Me acerco a algunos curiosos para saber que pasó -”Una señora cruzo distraída y el tren se la llevo puesta, le gritaron y en vez de frenar se apuró”- 

Desde mi ubicación no se veía el cuerpo, había clima de conmoción, bajaban en shock… Filme un poquito para mostrar en redes y avisar que el paso a nivel estaba cortado y me fui, ya andaba bastante triste por la partida dramática de mi hermana mayor, no estaba para agregarme imágenes perturbadoras.

Lo que ocurrió después, tanto con ese videíto en redes, como con la información de los acontecimientos de ese día, grafican lo absurdo de la época que estamos viviendo.

Ese jueves hubo tres mujeres accidentadas en la periferia de la Estación Floresta. Por la mañana una chica fue atropellada, iba con los auriculares no percibió las señales sonoras y de luces y así perdió la vida, otra muchacha que iba en bicicleta terminó en el hospital y en el crepúsculo la señora que -por apurada- quedó desmembrada al lado de la calesita, tal como nos contara el dueño del Resto Venancio. No los abrumaré con los escabrosos detalles del relato, pero Ramón destacó que tuvieron que asistir al maquinista en estado de conmoción. También por él supimos de la mujer que el martes anterior había terminado su vida, del mismo modo, en el cruce de Concordia.

Es escalofriante la cantidad de personas muertas y lastimadas por cruzar las vías distraídas. Íbamos a pedir a Ferrocarriles la información de la estadística, pero ya con cuatro en tres días, es bastante signo. 

Los que andamos mucho en la calle, nos hemos acostumbrado a ver motociclistas desparramados por el asfalto, algunos con más y otros con menos suerte, porque cuando se juega con ella (me refiero a la suerte), es como con las apuestas se gana y se pierde y si van zigzagueando y avanzando entre los otros vehículos, al límite, por derecha, izquierda, atrás o adelante en algún momento el control se pierde.

Y también nos acostumbramos a ver conductores de camiones de gran porte, combis de reparto, colectivos llenos de pasajeros, autos, motos, bicicletas y hasta monopatines eléctricos mirando la pantalla de esas minicomputadoras que son los teléfonos celulares, creyéndose impunes del yerro y negando la conciencia del daño que pueden ocasionarle a los otros y por consiguiente a las familias de otros que hasta pueden ser la propias porque lo que se está perdiendo es el sentido colectivo, de comunidad: “A mí no me va a pasar y si le pasa a otro no me importa”.

Pero uno somos todos y este gran error conceptual que es el individualismo, que nos baja desde el poder para dominarnos, enfrentarnos en el caos social, es para ellos acumular más dinero y poder con la confusión mientras acá abajo, en los barrios, ni siquiera respetamos el rojo del semáforo, caminamos indiferentes ante quienes duermen en las calles porque cayeron del sistema, pero estamos tranquilos porque disponemos libremente en el celu de una interminable cantidad de videítos para calmar la ansiedad incluyendo ese que yo filmé en la barrera de Segurola. Esa es la otra parte de la ¿distopía? Que estamos padeciendo.

LA CONVIVENCIA EN LOS DOS MUNDOS

Completando el cuarto de siglo XXI muchos desarrollan dobles personalidades, una para el mundo real y otra para el virtual. Algunos seres temerosos y poco habituados al roce de la calle, se transforman en bravos y violentos leones de las redes, dispuestos a domar y someter a escarnios al restos de los ciberciudadanos y observan desde ese lugar -protegidos por el anonimato- con ellos como centro del universo. 

Decía entonces, que subí un video a las redes de la revista que tuvo una repercusión fenomenal, fantástica para el que busca crecer en estos antros de comunicación, pero deprimente en el sentido que la revista genera contenidos sociales, culturales, políticos y literarios que  me gustaría generen deseo y participación y muchas veces tienen tres o cuatro “likes” y dos comentarios de nuestros más amorosos seguidores.

El video tan mentado tiene apenas nueve segundos y solo capta el clima de pesadumbre de un oscuro y frío atardecer, gente que baja del tren ayudada por los bomberos, curiosos que observan, dos perros que se huelen las colas, un ciclista que llega y observa. El texto alertaba tipo telegrama “Accidente fatal en la barrera de Segurola del Ferrocarril Sarmiento. Ahora. Es el tercero del día. El servicio de trenes está suspendido. Evitar la zona”

Visualizaciones

Muchos de los comentarios de los lectores son réplicas digitales de las conductas en la calle. Una usuaria de Instagram (textual), nos dice: –“ discúlpame pero nada de todo eso justifica No mirar antes de cruzar una vía de tren. ¿Si la barrera está baja? Es lo mismo que un semáforo en rojo. No pasa por tiempo difícil ni distracción, hay q ser muy bld para cruzar la vía del tren y no darte cuenta”.

Una respuesta nuestra fue –“No se trata de juzgar, porque además la mayoría de los casos termina trágicamente. Es un intento de analizar y buscar respuestas a algo que ocurre y si nada cambia seguirá ocurriendo cada vez más, porque la gente cada vez está más desconectada de la realidad y el entorno (…)”

Otra se ríe (por ahí de los nervios): -“Nunca no hay un accidente en el Sarmiento, no importa cuando lean esto jajaja”.

Alguien más contesta: -“Entiendo tu punto pero no comparto justificar morir atropellado por un tren por mirar una pantalla o estar distraído. Estás cruzando la vía del tren dos más dos es cuatro. Se mira, se escucha y se presta atención. Te lo puedo aceptar cruzando la calle… que quizás un choque o alguien que pasó en rojo puede colisionar pero pasar un tren con barrera baja? No es escuchar el ruido ni ver las luces? Yo no lo entiendo”.

O sea, están retando a gente que perdió su vida, que no puede responder, el ataque es personal no social y a eso apunté al contestar:

-“Tampoco me gusta, cuesta entenderlo, pero la realidad es que está pasando. Algo hay que hacer o seguirá pasando. Una sociedad tiene que dar respuesta comunitaria a los problemas que las nuevas tecnologías y la época van presentando. No es enojándose o burlándose como hacen algunos que se resuelve, no solo está la vida de a quien le ocurre, hay familias destrozadas y se está haciendo habitual. A mí me asusta. Me asusta, desorienta y conmueve. Subí el posteo no por amarillismo sino porque no puedo ser indiferente”.

Después la peor disputa política estilo Twitter (X), los que dicen que es culpa de los kukas, otros acusando a los vecinos de Floresta con la falsedad de haber frenado obras. Contestamos que: “Las obras del soterramiento quedaron suspendidas a fines 2018. Estaban a cargo de una empresa vinculada a Macri y financiada por el tesoro nacional. La crisis de deuda trajo esta consecuencia. Esos chaperíos que hay en la senda verde de Yerbal y Gualeguaychú y en Rivadavia a la altura de Belén fueron obradores y entrada de camiones para sacar tierra.

Y claro que la política tiene responsabilidades, la ciudad se está transformando en un campo de batalla con rivales del mismo bando, la gente anda enojada y no sabe con quién agarrársela y la liga el de al lado y en vez de organizarse para pedir respuestas se evade en un aparatito que alimenta odio, vanalidad y que trae el mensaje que baja desde el poder para retroalimentar el caos.

Un colmo es los que se quejan en sus posteos, de lo tarde que se les había hecho para llegar a sus casas mientras los bomberos juntaban las partes de la pobre doña. Me recordó el poema/canción “Construcción” de Chico Buarque sobre un albañil que se caía del edificio impactando en el pavimento, ante la indiferencia de los transehúntes: “murió a contramano entorpeciendo el tránsito”.

Foto 2 Accidente Concordia

Accidente Concordia
Accidente Concordia

https://www.infobae.com/sociedad/2025/06/19/el-tren-sarmiento-funciona-con-servicio-limitado-entre-liniers-y-moreno-por-un-accidente-que-involucro-a-una-joven-en-bicicleta