Golpe De Calor

por | Ene 15, 2025

¿Cómo evitar que el calor agobiante dañe a nuestras mascotas?

Los mamíferos contamos con mecanismos fisiológicos que nos permiten regular la temperatura corporal para mantenerla constante, independientemente de las variaciones de la temperatura exterior. A pesar de ello, puede suceder que en determinadas situaciones estos mecanismos fallen causando un gran desequilibrio en el organismo, que si no se revierte a tiempo, culmina en la muerte del mismo. Esto es lo que ocurre en lo que llamamos «golpe de calor», tanto en los humanos como en los animales.

Entonces, el golpe de calor se puede producir cuando el organismo es sometido a una temperatura ambiente alta conjuntamente con un alto grado de humedad, durante un tiempo más o menos prolongado. En esa situación, los mecanismos de regulación térmica fallan, como consecuencia se produce un aumento exagerado de la temperatura corporal, concluyendo en el colapso multiorgánico que puede llevar a la muerte rápidamente. 

Dadas las altas temperaturas de nuestros veranos, es importante que los tutores tengan presente la necesidad de proteger a sus animalitos de la posibilidad de padecer un golpe de calor.

Generalmente, esto ocurre cuando el animal se encuentra en espacios reducidos y mal ventilados, en los que hace mucho calor, como balcones y patios en los que quedan al rayo del sol, habitaciones cerradas y el interior de automóviles cerrados por ejemplo.

Los más susceptibles suelen ser los cachorros y los gerontes, así como también, los de hocico chato como el bulldog y el gato persa.

Los síntomas comienzan con decaimiento, somnolencia, se lo ve sin ganas de moverse. La respiración se hace más acelerada de lo habitual con un jadeo excesivo. Puede haber salivación abundante, temblores, tambaleos, vómitos y diarrea, debilitamiento, se ve desfalleciente y si no es atendido con urgencia, se produce la muerte.

Hasta que el paciente sea atendido por el veterinario se lo puede tratar de compensar un poco mojándolo con agua a temperatura ambiente y dándole para beber de a poco, y por supuesto, tratar de ventilar el lugar o llevarlo a otra parte con menor temperatura.

Se puede evitar asegurándonos de que tenga agua limpia y fresca a disposición, en todo momento. Mantenerlo en lugar fresco y bien ventilado. Si es necesario, se lo puede refrescar mojándolo pero siempre con el agua a temperatura ambiente. 

Por supuesto, no debe hacer ejercicio intenso con altas temperaturas, ésta puede ser otra causa del golpe de calor.

Como siempre, ante cualquier duda consulte con su veterinario.

Hasta la próxima.   

© Publicada originalmente en la Revista Floresta y su Mundo de Febrero 2025 – Edición N° 405

Ilustración: Ciro Censi Lifschitz