En el punto ciego

por | Feb 12, 2025

Traudl Junge, una de las secretarías particulares de Adolf Hitler, cuenta por primera vez ante las cámaras la historia de su trabajo.

El documental conocido en español como “La secretaria de Hitler”, que en el original alemán se llama “Im  Totem Winkel”, es decir “En el punto ciego”, es un documental en el que, Traudl Junge, una de las secretarias particulares de Adolf Hitler, desde 1942 hasta la caída del régimen nazi,  cuenta por primera vez ante las cámaras la historia de su trabajo, desde su ingreso en Wolfschanze, en su residencia privada en Baviera, en el tren especial del Führer y finalmente en el bunker de la capital. Fue a ella a quién Hitler dictó su testamento final poco antes de suicidarse.  De toda la información detallada que narró en el documental se hizo la película “la Caída”.  

El film comienza con Traudl en primer plano (en lo que más adelante se verá que es un diálogo con el entrevistador que está siempre fuera cámara) diciendo:

“Eso realmente sólo puede suceder cuando un sistema tiránico está tan bien establecido que puede dominar todo el tejido social…. (Hitler) trató de manipular las conciencias de la gente alemana, los convenció de que tenían una tarea que hacer, tenían que exterminar a los judíos, porque los judíos habían causado todos nuestros problemas. Esta no fue una idea propia de Hitler, se había presentado mucho tiempo antes. Se tenía que hacer un sacrificio. Puedo recordar una escritora, ella entrevistó a un soldado que había sido destinado a un campo de concentración. Él era un guardia, y ella le preguntó: ‘No sintió usted ninguna compasión por la gente que usted trató tan mal allí?’, y él le respondió: ‘si, claro, sentí compasión por ellos, pero tenía que superarla. Era un sacrificio que tenía que hacer para una causa más grande’. 

Y eso es lo que le pasó a la conciencia. Después de todo, Hitler siempre solía decir: ‘Ustedes no tienen que preocuparse, ninguno de ustedes…. Ustedes tienen que hacer lo que digo, y yo tomaré la responsabilidad’. Como si alguien pudiera tomar a cargo la conciencia de otra persona. Creo que puedes hacer la conciencia de alguien más sensible, o desensibilizarla, o manipularla…

Cuanto más vivo, cuando más vieja me vuelvo, siento más este peso, este sentimiento de culpa, porque trabajé para un hombre, y verdaderamente me agradaba, pero él causó un sufrimiento terrible… Vea, los detalles que salieron a la luz después de lo que realmente sucedió en los campos de concentración… Y el sentimiento de que yo era tan inconsciente e irreflexiva, yo no me di cuenta o no presté atención… ese sentimiento me ha oprimido más y más”.

A lo largo del documental, en el que cuenta cómo Hitler era una persona amorosa para ella y que lo veía como a una figura paterna, va dando vueltas alrededor de ese punto: ¿Cómo no se dio cuenta? (a esto viene el título del documental “En el punto ciego”). A lo largo del relato refiere las distintas autojustificaciones que se dio a lo largo de la vida, las que siempre resultaron insuficientes. 

Traudl Junge murió de cáncer en febrero de 2002 en Munich, pocas horas antes del estreno mundial de este documental en el Festival de Cine de Berlín.

¿Por qué hablar de los puntos ciegos?

Porque todos los tenemos, pero aunque no seamos conscientes de “eso que no vemos”, no deberíamos dejar de tenerlo en cuenta, ya que eso no nos hace no responsables– (habrá que ver qué responsabilidad en cada caso, por supuesto…). Hay por ejemplo un caso muy común y cotidiano, el del auto cuando manejamos: sabemos que a pesar de los espejos retrovisores, debemos, cuando vamos a hacer alguna maniobra, estimar cómo tener visión sobre los posibles puntos ciegos si es que no queremos tener o provocar un accidente. 

Ahora bien, estar en un punto ciego no es lo mismo que hacer la vista gorda.

Pareciera que algo en relación a esto último fuera lo que continuó inquietando a Traudl por el resto de sus días, podríamos leerlo en la frase “yo no me di cuenta o no presté atención… ese sentimiento me ha oprimido más y más”.

Cuando niños y adolescentes sufren abusos de índole privada o institucional, no es lo mismo cuando los adultos a cargo no pudieron ver porque estaban en un punto ciego que si hicieron la vista gorda. Y es de suma importancia qué lugar toman éstos a partir de la denuncia de un niño o adolescente (que es difícil que suceda si no están dadas las condiciones para la escucha, la detención del abuso y todas las intervenciones ya sea legales, terapéuticas o educativas necesarias), ya que si un adulto responsable estaba en un punto ciego pero no hace lo que corresponde, tal vez se convierta en alguien que hace la vista gorda o es cómplice.

El relato de Traudl nos sirve para pensar que aun cuando una situación parece más que obvia, de acuerdo a cómo se está posicionado, puede no serlo tanto.

Lamentablemente las situaciones en las que quedamos en un punto ciego pueden ser más comunes de lo que pensamos, por supuesto con diferentes implicancias para la vida cotidiana. En este caso lo estamos pensando para situaciones en las que podemos no darnos cuenta/no ver algo grave o complejo que puede estar sucediendo o algo que puede sucederle a un hijo o niño a cargo. 

Lo importante es que podamos salir de ese punto ciego y no hagamos la vista gorda respecto de situaciones privadas o institucionales que vulneran los derechos de nuestros niños o adolescentes.

No les quitemos derechos. No los privemos de salud o educación.