Aquel horrible 29 de diciembre del año 2001 cuando el suboficial Velaztiqui disparó a mansalva en el bar de la estación de servicio de Av. Gaona y Bahía Blanca contra los pibes Cristian, Adrián y Maxi, el barrio de floresta sintió que habían sido asesinados tres de sus hijos, que podían hacer sido hijos de cualquiera de nosotros y por eso se convirtieron en símbolo: “Los Pibes de Floresta”. Y sus madres, que la batallaron fiero para que haya justicia tuvieron a Floresta de respaldo, desde la hinchada de All boys hasta el Padre Julio, hasta lograr la condena a cadena perpetua de esa bestia.
Se recibieron de Madres de todo un barrio.
Por eso pegó tan fuerte la partida de Elvira Torres – madre de Cristian Gómez- el 7 de agosto de pasado.
Hacía falta encontrarse, verse las caras, recordarla. Y que mejor lugar que la Plaza del Corralón de Floresta, ahí mismo donde están las esculturas que homenajean a Los Pibes de Floresta. Y que cosa la vida, el día anterior al encuentro fallecio Angélica Van Eek, mamá de Adrian Matassa. Los presentes nos enteramos en medio de la juntada…
Helados quedamos… ¡Y que silencio acompañó a la noticia!
Ese sábado 7 de septiembre fue que nos encontramos para homenajear a Elvira Torres, con la Asamblea de Floresta como anfitriona, los vecinos, las Madres de Dolor, de las que Elvira era fundadora junto a Silvia Irigaray, madre de Maximiliano Tasca, la madre y las hijas de Elvira, representantes de instituciones, comuneros, todas y todos conmovidos por la pérdida y sabedores de su trayectoria de lucha y resistencia.
Había que encontrarse a recordar, decir y compartir, por ella y por nosotros, porque se la va a extrañar y hay que mantener la memoria de su legado.
Entonces la gente que la acompañó fue hablando y contando sus recuerdos y sentires. Les compartimos algunos testimonios:
María Claudia Martínez (artista plástica escultora / autora de obras en diversos espacios públicos de las Comunas 9 y 10):
“Estoy muy conmovida, como todos y todas acá no esperábamos esta partida de Elvira, tan pronto, pero ya que esto sucedió quiero recordarla a nuestra amiga de la mejor manera. Había escrito algo de ella para el libro “Mujeres de Floresta” y decía que ella estaba siempre como con un paso de baile como por querer bailar… chacarera, tango, algo lindo, porque esa vida que pulsaba en ella me parece que es lo que nos deja, una sensación de estar siempre con ese espíritu alto de querer vivir, disfrutar de las cosas. Cuando miro las mamás del dolor de querer ayudar y dar una mano a tantas y tantos otros que también perdieron a sus hijos… Entonces acá estamos ante una pérdida, y ante una posibilidad de transmutar este dolor en otra cosa: en trabajo, belleza, alegría… en memoria.
Yo había empezado a hablar con ustedes de porqué están las esculturas de las Mujeres de Floresta. Las quise hacer en base a que desde el 2001 para acá han sucedido tantas cosas que es el inicio de porqué se conocieron estas mujeres. El lamentable suceso hizo que ocho mujeres y más (yo elegía a ocho), son como arquetipos de lucha, que para mí son importantes y fueron como haciendo eslabones de esta cadena, para lograr distintas cosas. ¡Y qué mejor que estar en este lugar, donde las Madres, estas mujeres y estos hombres que también acompañaron desde el origen de la Asamblea, en una época horrible que no teníamos representatividad política, con tantos presidentes en una semana y todo lo que pasó, un De La Rúa que se escapó en helicóptero, todas cosas vergonzantes, y que a pesar de todo eso, esa lucha se manifestó en que se lograron muchas cosas.
Este predio es el fruto de todo ese trabajo de muchas personas, que están acá presentes y además tenemos los tres compañeros detenidos desaparecidos, que trabajaron acá adentro. Tenemos mucho para hablar de la Memoria, demasiadas cosas pero también vienen acá a hacer visitas guiadas escolares o vecinos les podemos decir que la lucha de ellas no fue en vano, que su legado fue permitiendo, gracias a custodiar esta memoria, a que los nuevos se unieran para que esta lugar sea lo que tenía que ser, un lugar de esparcimiento, de memoria, de belleza y porque no ahora de mariposas que son un ser “libre”, que va a posarse donde quieren. También tuve la pérdida de mi padre el año pasado y cada vez que se presenta una mariposa sé que está.
Entonces quedarme con esto de que la pérdida “carnal” de la persona es cierta, pero también después aparece la persona querida de otro modo. Así como los pibes de Floresta nos siguen marcando rumbos, desde su lugar en el universo, es como otra vida que aportan.
Celebremos que estamos todos juntos, en honor a esta mujer que nos va a dejar un montón de cosas para reflexionar y seguir adelante. Así que yo pido un aplauso para Ella”.
Anahí Aizpuru (Asamblea de Floresta)
“Todas las luchas fueron luchas colectivas, ellas siempre fueron parte, estuvieran participando activamente o no. Muchas veces teníamos dificultades, porque no es fácil ir consiguiendo logros y bueno en algunos momentos teníamos que acudir a las chicas, a Elvira y Silvia, pero siempre arrancábamos por Elvira, porque sabíamos que Elvira siempre nos iba a decir que sí, no porque Silvia nos dijera que no, pero ella era… no sé tenía ese ángel, era tan amorosa y bueno.
Para nosotras es una pérdida inmensa porque surgimos como grupo, como colectivo en el 2001 y nuestro grupo estuvo atravesado por ese hecho tremendo que sucedió en el barrio y que significó algo muy importante también porque se pudo resignificar esa tragedia con algunos hechos maravillosos: primero el conseguir justicia en tan poco tiempo y una condena que fue ejemplar y después conseguir este espacio, que este espacio recupere la historia, la memoria de los trabajadores de acá, que haya una escuela tiene que ver con qué futuro queremos para los jóvenes y qué presente, es un símbolo de eso. Todo eso que se logró en el barrio o en la comuna, las tuvo como protagonistas a las madres siempre, así que Elvira siempre en nuestros corazones, siempre en el corazón del barrio”.
Mabel Sampaolo (Asamblea de Floresta)
“A veces uno se organiza y no logra nada y los chicos nos abrieron muchas puertas y hoy Elvira nos abre esta posibilidad de emplazar la obra de María Claudia que ella dice «8 mujeres» y podríamos ser 800 seguramente, porque la presencia de las mujeres y de la organización barrial es algo de estos tiempos. Así que vamos a estar ahí, no sólo como hecho estético, porque todo lo que hace María Claudia pasa por ahí, y el arte es un derecho, el derecho a la belleza, sino también para recordar que siempre es importante seguir luchando, no bajar los brazos, que las cosas a veces tardan más, otras menos pero se consiguen y que la vida vale la pena por eso, hay que estar juntas y juntos, hay que seguir para adelante y lo que se van primero nos van marcando el camino y los tenemos ahí siempre presentes.
La primera intención para recordar a Elvira fue hacer una peña, pero no era sencillo. No es una idea que abandonamos, queremos decir en público: para que se cumpla pedimos poder utilizar el espacio de cultura, donde está la Escuela de Circo ahora los fines de semana permanece cerrado. Que se abra aunque sea una vez al mes, para hacer La Peña de Elvira”.
Dora Griecco (Asamblea de Floresta)
“Ella fue una activa militante muy nuestra, querida, bella, quien haya conocido a Elvira sabe lo hermosa que era por dentro, por afuera, lo graciosa, lo alegre y eso es lo que a nosotros nos queda de ella, de mejorar la vida de las mujeres que estaban con mayor dolor, la pérdida de un hijo.
Ellas eligieron ese camino tan complicado, con lo difícil que es perder un hijo, creo que es el mayor de los dolores y Silvia dijo una cosa muy cierta, siempre la compañera de la lucha era Elvira. Cuando vinieron a las escuelas del barrio que tomamos el tema de Los chicos de Floresta, se hizo un acto en el salón de actos de una escuela que tiene más de 1.000 alumnos, desplegamos la bandera, porque la pedimos, la que la acompañó a cada movilización… fue un impacto para los chicos muy grande, porque no era que les contábamos algo en el aula. Ellas les contaron, vino el rector, y Elvira decía “yo soy la más floja porque me pongo a llorar”. Pero ese sentimiento cuando ella lloraba era algo que les llegaba a todos y cada uno de los alumnos. Me tocó vivir, se recibió mi nieta en el Yrurtia, y ¿qué tema eligieron las chicas del Irurtia?: La masacre de Floresta y ¿Quiénes estaban en el video?, las madres del dolor, Elvira y Silvia… Creo que el futuro está en la juventud, tenemos que llevar esto a la juventud, no olvidarnos de la memoria, de los tres desaparecidos, de que esta lucha continúa. Yo lo único que tengo es la esperanza de que nos ayude Elvira a continuar esta lucha, nada más”.
Sonia Gómez (hija de Elvira y hermana de Cristian).
“Sí, la lucha de Elvira va a continuar a través de nosotras, de mi hermana Graciela y de mí. Porque es necesario continuar luchando, porque es necesaria la cultura, el arte y porque así ella lo quería, entonces yo les agradezco a todos, a cada uno de los que hoy se hizo el ratito para participar de este homenaje. Ella no está acá, pero está en el corazón de todos, entonces a través de eso hay que recordarla”.
Mariana Fiordelisi (Departamento de Equidad y Género de All Boys)
“Desde el club, nos parece que esta causa del barrio es algo que tenemos que acompañar y seguir porque es parte de nuestra identidad. Generacionalmente nos marcó un camino, yo tengo 40, es como de mis primeras participaciones. Imagínense los simbólico que es este lugar para mí y todas estas situaciones que nos vamos a casar en noviembre con Nico que está ahí y elegimos este lugar para hacer la ceremonia y es un poco por todo lo que nos enseñaron estas madres que lucharon, Elvira, Silvia. Silvia te esperamos para la ceremonia para que nos acompañes. Estoy muy emocionada, a Elvira la voy a recordar siempre, seguramente debe estar con mi mamá ahora hablando porque mi mamá me acompañaba a las luchas cuando era muy chiquita. En nombre del club All Boys siempre vamos a seguir acompañando porque nos enseñaron a todos y a todas y por eso también estamos en el club y también soy parte del departamento de identidad y género así que me llena de felicidad que en mi barrio están estas mujeres”.
Fernando Moya – Comunero de la 10 (MC 2019-2023) y Subcomisión de Articulación Barrial de All Boys
“Es muy necesario seguir pidiendo justicia en estos momentos. Elvira no está físicamente, pero va a estar en cada uno de los 29 de diciembre que vamos a seguir conmemorando en la memoria de ella también. Yo simplemente como vecino, como miembro del club All Boys, como ex-comunero, simplemente estar acompañando siempre y en cada momento y especialmente a Sonia y Graciela. Somos familia”.
Silvia Irigaray – Mamá de Maxi Tasca y Fundadora de Madres del Dolor
“Lo que eran las marchas cuando justamente los chicos de All Boys decían ¡hoy tenemos partido! y era en la loma del peludo. Era tan lejos y bueno corríamos el horario, y eso era… los necesitamos así que corríamos el horario o por ahí, más tarde o más temprano, pero de eso se trataba, de juntarnos… y hacíamos un escándalo. Yo me acuerdo que los periodistas decían: -¡Pero esto es tan diferente a las marchas de María Soledad Morales!
Allá eran miles y un silencio absoluto, acá eran miles y era un bardo y eso despertó a la sociedad. Así que un millón de veces gracias, el 29 de diciembre voy a estar sola como mamá porque de tres faltan dos, entonces es como que ya hay que respirar hondo ¿no?”
Del público alguien le grita: “¡Te vamos a acompañar!” y ella responde “¡Por favor!…”.
