La Comunidad Educativa de la Escuela N° 10 DE 12 «Leonardo Rosales» de Alejandro Magariños Cervantes esquina Mercedes, en nuestro Floresta, ya no sabe qué hacer para que el Gobierno de la ciudad le dé respuestas a la inseguridad que les genera un nuevo acto de vandalismo. El fin de semana del 22/23 de junio volvieron a entrar y se llevaron todo lo que encontraron en la cocina. La vez anterior se hicieron de las computadoras y van seis entraderas desde el mes de febrero.
Si vas por las calles del barrio te topás con gigantografías que alardean de una ciudad donde puedas esperar el colectivo sin miedo pero ante la realidad de los robos en las Escuelas públicas van atrás de los acontecimientos, porque si bien en febrero informaron con bombos y platillos haber desbaratado una banda habiendo detenido 40 personas y recuperado más de 370 computadoras, luego nada hicieron para la prevención que es más efectivo y barato.
Acá por el sur y el oeste de la ciudad en los últimos días robaron computadoras y destrozaron los baños en el EEM 1 DE 20 del Polo Educativo Piedrabuena de Lugano, en las entrevistas a los padres uno señaló “Hay mucha policía en el Congreso y poca cuidando las escuelas”.
En la semana del 18 al 23/6 la Escuela Primaria Nº 23 de Mataderos de Murguiondo y Directorio fue vandalizada durante tres noches consecutivas.

Esto, además del agravamiento de la crisis social en que nos vamos sumergiendo, tiene que ver con una decisión política que tomó el PRO hace ya muchos años, de que una vez que se jubilan los caseros de las escuelas no reemplazarlos. Esto resultó pésimo y caro, porque lo que se ahorraron en sueldos no compensa la pérdida de patrimonio, gastos de reparaciones, judiciales y policiales, colocación de cámaras y lo que se invierte en sueldos para tareas útiles alimenta el círculo virtuoso de la economía en los barrios, una variante que omiten los vecinos cuando se dejan engañar con los “recortes” indiscriminados. Un recorte indebido es mucho más caro.


El 27 de julio por el mediodía, desde la Cooperadora del Rosales promocionaron un abrazo a la querida institución educativa de Floresta, con la esperanza que nunca se pierde de que los funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hagan su trabajo y les den seguridad a niños maestros y padres para que ir a la escuela a estudiar sea un hecho feliz.

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