Carbón era un gatito adolecente cuyos juegos resultaban todo un espectáculo para sus tutores que lo observaban de lo más divertidos, sobre todo cuando lo hacía corriendo desenfrenadamente, desarrollando una velocidad que hacía que más que correr pareciera teletransportarse de un lado al otro, combinando la carrera con vistosos saltos que culminaban con un limpio rebote con las cuatro patas contra la pared. El espectáculo terminaba cuando, después de varias vueltas, se desplomaba cuan ancho era haciéndose el «muertito» durante unos segundos para luego levantarse como si nada hubiera pasado. A esta gente le llevó un tiempito comenzar a sospechar si jugar a hacerse el muertito era algo normal. Así fue como terminaron haciendo una consulta con el veterinario, quien rápidamente descubrió que el amiguito «Carbón» padecía una cardiopatía congénita, y cuando se hacía el muertito en realidad estaba sufriendo un síncope.
El síncope, tal vez más conocido como desmayo, es la pérdida repentina y brusca de la conciencia y del tono postural de breve duración y recuperación espontánea.
El síncope no es una enfermedad en sí mismo, sino que está asociado a ciertas enfermedades que producen una disminución del suministro de oxígeno al cerebro por un corto período de tiempo.
El síncope puede ser de orígen cardíaco, cuando el corazón se ve imposibilitado de bombear la cantidad de sangre adecuada al cerebro. Puede ser de orígen neurocardiogénico o vasovagal, cuando un estímulo externo produce la alteración del sistema nervioso simpático, como ejercicio intenso, dolor, agitación o tos prolongada por ejemplo. También los problemas respiratorios con restricción del ingreso de aire a los pulmones, producen una mala oxigenación de la sangre y por ende una menor llegada del oxígeno al cerebro, siendo los más predispuestos los ejemplares de las razas braquicefálicas. Otras causas pueden ser la hipotensión e incluso la hipoglucemia.
El paciente con un síncope, como ya mencioné está inconsciente, con el cuerpo inmóvil y fláccido, las mucosas se verán pálidas y es posible que se haya defecado y orinado. Se diferencia de la convulsión por el tono muscular, en la convulsión puede haber movimiento o no pero se encuentra rígido, no relajado.
¿Qué debe hacerse ante un síncope?. Seguramente se va a recuperar solo en pocos segundos y muy probablemente actúe con absoluta normalidad, no obstante es importante consultar con el profesional para evaluar al paciente e identificar el orígen del evento para hacer el tratamiento adecuado.
Como siempre, ante cualquier duda consulte con su veterinario.
Hasta la próxima.
© Publicada originalmente en la Revista Floresta y su Mundo de Noviembre 2024 – Edición N° 403