Muchos de ustedes, habrán oído hablar de la obstrucción uretral que suelen sufrir con frecuencia los gatos machos, como consecuencia de la presencia de cristales en la orina, cristales que forman la llamada arenilla que termina conformando un tapón dentro de la uretra impidiendo la salida de la orina hacia el exterior. Lo que tal vez no sepan es que algo parecido puede pasarle también a los perros.
En el perro es más o menos frecuente encontrar la presencia de cálculos en la vejiga. En algunos casos, la sintomatología causada por estos cálculos es la causa de la consulta con el profesional veterinario, en otros su presencia no llega a producir síntomas que llamen la atención del tutor, por lo tanto, termina siendo un hallazgo casual que ocurre en el transcurso de una revisión o un estudio indicado por algún otro motivo.
La composición de los cálculos puede variar, según cuál sea la causa de su formación. Del mismo modo, pueden variar su forma y su tamaño. Es así que, dependiendo fundamentalmente de su tamaño, existe la posibilidad de que los más pequeños puedan pasar de la vejiga a la uretra y si esto ocurre, cabe la posibilidad de que se vea obstruida parcial o totalmente.
La sintomatología puede variar de un paciente al otro pero, en todos los casos la característica en común es el dolor y la dificultad para orinar, que va desde el ir orinando de a chorritos o a gotitas, hasta la imposibilidad total de evacuar la vejiga.
También pueden observarse cambios en el aspecto de la orina, siendo el más notorio la presencia de sangre mezclada con la misma.
Una vez diagnosticada la presencia del cálculo en la uretra los pasos a seguir dependerán en primer lugar, del grado de obstrucción de la misma. Se puede intentar empujar el o los cálculos hacia el interior de la vejiga mediante el uso de una sonda a los efectos de facilitar la micción hasta el momento de eliminarlos, probablemente por medio de la cirugía o el tratamiento que sea más adecuado. En algunos casos, el cálculo puede llegar a estar impactado en la pared de la uretra, especialmente a la altura del hueso peniano, resultando imposible removerlo para arrastrarlo hacia la vejiga, debiendo recurrirse a una intervención quirúrgica de urgencia, denominada uretrostomía, que proporciona una nueva abertura para la salida de la orina.
Como siempre, ante cualquier duda consulte con su veterinario.
Hasta la próxima.